Las causas y síntomas del ojo seco han dado lugar a varios mitos ¿Cuáles son ciertos?
Todo lo que necesitas saber sobre la sequedad ocular y la razón por la que su nombre puede dar lugar a confusiones.
El ojo seco es una molestia que afecta a muchas personas. Se calcula que lo sufre el 11% de la población española. Por eso es común que se cuele entre las conversaciones del día a día. En ellas habrás oído rotundas afirmaciones, curas “milagrosas” y cualquier tipo de dato pseudocientífico sobre el ojo seco.
¿Qué afirmaciones sobre el ojo seco son ciertas y cuáles se equivocan? En este artículo haremos un repaso de los mitos más comunes sobre la sequedad ocular para contarte qué tienen de cierto y de qué datos no debes fiarte.
El ojo seco no produce lagrimeo
Es uno de los mitos más comunes y uno de los más falsos. El nombre de esta molestia da lugar a confusiones, pues uno de los síntomas del ojo seco puede ser el lagrimeo excesivo. Esta producción extra de lágrima es un mecanismo del ojo para compensar su sequedad. Para calmar este síntoma, existen soluciones como las lágrimas artificiales, que alivian y tratan las molestias del ojo seco a través de la hidratación.
Los jóvenes no pueden sufrir sequedad ocular
Las enfermedades oculares son más frecuentes a medida que envejecemos. Aunque la posibilidad de sufrir ojo seco aumenta con la edad, no es cierto que las personas más jóvenes no puedan tenerlo. De hecho, varios factores relacionados con las causas del ojo seco son más frecuentes en población joven, como las cirugías refractivas, la exposición continuada a pantallas, los viajes de larga duración o el uso de lentes de contacto.
Las lentillas y los ojos secos son incompatibles
Es cierto que las lentillas pueden agudizar los síntomas del ojo seco, pero no es verdad que sean totalmente incompatibles con él. Hoy en día, el mercado ofrece una amplia variedad de lentes de contacto y productos para su cuidado. Si llevas lentillas y sufres las molestias asociadas con el ojo seco lo mejor es que visites a tu oftalmólogo. Él sabrá diagnosticarlo y ofrecerte la mejor solución para su tratamiento.
La sequedad ocular no es preocupante
Se trata de una enfermedad compleja y multifactorial, puede aparecer por diferentes causas y manifestarse a través de síntomas muy diferentes. Ya hemos visto que entre los síntomas del ojo seco está el lagrimeo, pero si lo sufrimos también podemos notar rojez, picor, sensación de arenilla o incluso visión borrosa.
No debemos restarle importancia a esta molestia, pues puede tener consecuencias perjudiciales para nuestra salud ocular. Si crees que puedes sufrirlos debes consultar a un especialista, que te recomendará el tratamiento adecuado para mitigar sus síntomas.