Llega el invierno y con él, muchos cambios. Durante esta estación hay temperaturas más bajas, suele hacer más viento, sufrimos cambios de temperatura más bruscos y nos quitamos las gafas de sol. En general, nuestro cuerpo se reseca con mayor facilidad debido a que nuestra epidermis deja de renovarse con tanta rapidez. Además, respecto a […]

Llega el invierno y con él, muchos cambios. Durante esta estación hay temperaturas más bajas, suele hacer más viento, sufrimos cambios de temperatura más bruscos y nos quitamos las gafas de sol. En general, nuestro cuerpo se reseca con mayor facilidad debido a que nuestra epidermis deja de renovarse con tanta rapidez. Además, respecto a nuestros ojos, dejamos de ser conscientes del cuidado continuo que necesitan, y esto afecta a nuestra salud visual dando lugar a la posibilidad de sufrir de ojos resecos u ojos secos.

¿Por qué es tan importante cuidar de nuestros ojos?

Para evitar la aparición de alteraciones oculares como por ejemplo el ojo seco, es necesario que cuidemos de nuestra salud visual durante todo el año. 

Algunas maneras de hacerlo son: 

  • Hidratar los ojos, bien parpadeando voluntariamente para estimular la producción de lágrimas, o usando gotas para los ojos que hidraten la zona ocular.
  • ¡No frotes! Limpia y masajea tus ojos con suero fisiológico y/o toallitas oftálmicas. Tenemos la mala costumbre de frotarnos los ojos cuando nos pican, pero éste es un hábito contraproducente. Lo mejor que podemos hacer cuando notamos cuerpos extraños en nuestros ojos es lavar la zona con suero fisiológico. 
  • Ante la duda, humidificadores. Sabemos que hace frío y que lo bueno de estar en casa es estar calentito con la calefacción, pero su uso, así como el aire acondicionado, provoca sequedad en el ambiente, y por ende, sequedad en nuestros ojos. ¡El uso de humidificadores compensará este efecto!
  • Revisa tu vista periódicamente, y consulta con tu oftalmólogo, sobre todo si usas gafas graduadas o lentillas.

Cómo saber si tienes la enfermedad del ojo seco

Persona prevenida vale por dos, por lo que, para acabar, vamos a darte unos consejos para detectar los síntomas del ojo seco.

  • Sequedad. Es el síntoma más evidente y puede darse cuando el ojo no produce suficientes lágrimas, o bien porque las lágrimas que produce son de baja calidad y se evaporan muy rápidamente. 
  • Irritación, escozor y quemazón. Como consecuencia de la sequedad ocular, puedes sentir molestias relacionadas con la falta de hidratación y lubricación de los ojos, además del picor.
  • Sensación de cuerpos extraños. Puedes creer que tienes “algo” en los ojos: una pestaña, arenilla o algo de suciedad, pero la verdad es que esto es meramente una sensación.
  • Enrojecimiento. El síntoma más evidente es el enrojecimiento de la zona ocular. 
  • Y otros síntomas menos usuales como por ejemplo la mucosidad alrededor de los ojos, debido a un exceso de secreción para proteger la zona; mayor sensibilidad a la luz, dificultad para usar lentes de contacto u ojos llorosos.

Además del clima del invierno, puede haber otros motivos que sean causa del ojo seco, que son importantes tener en cuenta para su fácil detección y prevención.

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